PATATAS 🍟🥔
Aplican un corte grande e imponente para unas patatas de la variedad ‘agria’, las dejan con su piel y las confitan. Están muy bien rematadas con la segunda fritura a alta temperatura. No llegan a ser de talla L, con lo cual caben en la boca de un ser humano de tamaño medio con unas fauces normales.
SALSA 🌶🔥
Aparte de ese pegotazo de carnaca que tanto destaca, sus salsas son de traca y me chiflan las dos. La blanca que impacta en tu retina cual gancho de Rocky, es una mayonesa con ajo muy, muy suave, con algo de limón, que resulta en una cremosidad fuera de serie y, encima el cabronazo de Rubèn no me chiva el secreto. La roja que ataca el ala oeste de la patata es un sofrito de tomate, sin cebolla, con ajete y pimentón murciano. Se añade chipotle adobado para darle el toque picante y esos recuerdos pseudo-ahumados. La granizada en plan topping de ‘porc rostit’ (lo que los moden·nos llaman ‘pulled pork’) es opcional, pero yo lo pediría siempre, joder, que estás en La porca, tete, espabila.
RESEÑA 🍻🍴
Despiertan pasiones enfrentadas y muchos los acusan de hipsters, de moderniquis y tal, pero yo creo que es puñetera envidia, porque el local está to wapo, y se han currado una imagen muy chula y un marketing que engancha (el neón con el morro de cerdo me encanta). La peña va apretarse sus tremendos bocatas antes de ir al Apolo, a los teatros… pero aparte de los emparedados, yo le metería mano a las croquetas, la ensaladilla murciana, el tartar de fuet… siempre se lo recomiendo a la peña que sale de jarana por ahí cerca.
El tartar de fuet de La porca. Otro de sus platos estrella.
Las prefes de @oscarbroc, en mis historias destacadas “Favoritas de…”
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