PATATAS 🍟🥔
Patata de la variedad Agria cortada en cubos, tetraedros y prismas de talla M, a veces incluso rozando la S. Se pochan previamente y esperan en la cocina a que lleguen las comandas de los hambrientos clientes para recibir su tórrido baño final que las deja doradísimas cual Ana Obregón marcándose un posado.
SALSA 🌶🔥
No hay manera de desvelar su secretísima fórmula de aceite multiespeciado, con algo de pimentón, muy grumoso y de una densidad idónea para pringar bien los tubérculos. Tiene recuerdos a una salsa tipo ‘Espinaler’ (estamos en un templo del vermut, recordémoslo), pero sin predominar. Al loro, que PICA.
Para ‘suavizar’ la mezcla, le añaden allioli (ajonesa) casero, de elaboración diaria, y con la misma dosis de cariño que de mala leche: perfecto.
Los pimientos verdes asados y alguna bolita de pimienta te pueden hacer creer que son ellos los responsables del picante, pero no, no lo son. Es un secreto.
RESEÑA 🍻🍴
Ellos mismos reconocen que se trata de un pseudo homenaje a la catedral de Sarrià, el Bar Tomás, actualizada con un giro vermutero, como reza su logo. Tienen a una persona pelando patatas prácticamente de forma continua: dejo aquí este dato. Otro dato: las tienen a menos de 3€. Más: Jordi es un fan del vermut (obvio) pero también de los vinos generosos andaluces. Sigamos: las banderillas son bestiales, el fricandó es una locura, grandes croquetas, ojo al capipota… Y acabamos: Eli y Jordi son los putos amos. TOP 1.
Las bravas del Senyor Vermut siempre están magníficas. Uniformidad, precisión y… precio. No se puede pedir más.


1 Comentario
No sólo bravas. También las bombas, las croquetas, el lacón, los torreznos y otras tapas más que ahora no recuerdo. Un auténtico bar de tapas fuera de los circuitos para guiris y a unos precios que aún se podrían considerar como populares.