PATATAS 🍟🥔
Hay que quitarse el sombrero ante la sinceridad de Aníbal Ginesta, el chef que me dio tooodos los detalles de una fritura tan particular. Y es que ejecuta una primera fritura intermitente a 140ºC para llegar a un ‘pseudopochado’. Estas Monalisas, cortadas al estilo ‘french fries’ (quizá algo más gorditas) quedan cremosas por dentro, y listas para la embestida final a alta temperatura. El cambio de aceite diario garantiza una nitidez en el sabor sin igual. Hay que brindar una cerrada ovación a estos cracks.
SALSA 🌶🔥
El allioli es tal como lo haría yo, pero con su experiencia, nace un auténtico portento: ajos asados y estrujados sobre una mezcla de aceite de girasol/oliva, y huevo. Color, suavidad y aromas espectaculares. Un diez.
La salsa roja es un sofrito de cebolla, tomate y un poco de pimiento morrón que se deja reducir durante horas. El picante lo aporta el chipotle, que confiere ese punto ‘ahumadobado’ tan característico. Potente y eficaz.
RESEÑA 🍻🍴
En esta preciosidad de local, Albert Ventura (Coure) se encarga de que, además de una extraordinaria fachada, haya arquitectura gastronómica de altísimo nivel. Con la intención de prestigiar una zona más que maltratada por el turismo masivo, se ofrecen platillos de la cocina más tradicional, la que se basa en el producto, a precios muy razonables.
Hay espacio también para caprichos: ostras por doquier, o un ‘corner’ de embutidos ‘Top’, con @ibericosmaldonado como protagonista. Poco a poco, parece que la calle Escudellers va a dejar de ser hogar solo para ‘tourist traps’ y carteristas de medio pelo.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!