PATATAS 🍟🥔
Tremendos gajos de unas dimensiones casi cómicas, que superan incluso la talla XL. Os juro que hay ‘medialunas’ que se tienen que dividir en tres para poderlas encajar en la mandíbula de un homo sapiens adulto. Crujen bastante porque son patatas de la variedad Agria que se han pochado previamente, conservando la piel, y se sumergen en aceite rabioso instantes antes de servirlas.
SALSA 🌶🔥
Igualita que una lengua de lava emergiendo de un volcán, la maravillosa espuma brava (se hace con sifón, mira mis historias) se apodera de la práctica totalidad de la cazuelita. La elaboran con: tomate crudo, pimentón ahumado (y un poco del picante), huevo y… ¡nada más! La primera impresión es casi de un salmorejo, pero luego vira hacia el picante: un hito. En la foto es casi inapreciable la salsa blanca, un allioli riquísimo al que añaden un curioso toque de miel, la pobrecilla queda absolutamente eclipsada por el maremoto nivel ‘Lo imposible’ de salsa carmesí. Me gustaron mucho ambas.
RESEÑA 🍻🍴
Gran trabajo de recuperación de la esencia del primer negocio del local: una bodega y casa de comidas muy querida en Gràcia. A dos pasos de Joanic, cañitas Mahou bien tiradas, estas bravazas, tapas sencillas pero de campeonato, servicio guay y un chef con experiencia y pragmático. Lo están petando. Top 2 de Gràcia.
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