PATATAS 🍟🥔
Parten de patata de la variedad Monalisa, que seccionan en gajos entre la talla M y L (muchos hay que cortarlos en dos para poder inquibirlos en la boca). Los pochan a baja temperatura (unos 120ºC) y los apartan. El remate final se hace cuando llega la comanda, cuando entran en contacto con aceite a 180-190ºC justo antes de servirse. Como han mantenido la piel hasta el final, la corteza da ese plus crujiente que muchas veces adolece la variedad. Quedan melifluas por dentro. Una pasada.
SALSA 🌶🔥
Me parece flipante que hagan uno de alliolis mas caseros que conozco y, cuando digo casero, me refiero a que no lleva nada, pero absolutamente nada industrial. La salsa roja es un sofrito con base de tomate, y cebolla reducida durante muuuchas horas a baja temperatura haciendo chup-chup. El picante lo aporta la un chile de Tailandia que les resulta muy complicado de conseguir. Se deja con una textura grumosa para que quede junto, pero no revuelto con el allioli. Me gusta lo de añadir pimienta al final, lo encuentro elegante. Las han bautizado como patatas 'encabronadas', pero no tenéis que temer por vuestras papilas gustativas. No os las va a borrar.
RESEÑA 🍻🍴
Aparte de estas tremendas bravas y su terracita, el gran atractivo de este bar es la 'tap station' de San Miguel que te pone todas sus variedades de birra con mezclas controladas por ordenador... ¡menudo farde! Arrasan también con el menú de mediodía, que llena su comedor interior de currelas de la zona, el cotizado distrito 22@. ¡Unas bravas y una birra, por favor!
💘😍: Las top de @la_mandanga, en mis historias destacadas "Favoritas de...".
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