PATATAS 🍟🥔
Como siguen todos los cánones para hacer unas buenas bravas, pues eso, les quedan canónicas. Patata de la variedad Agria, bien limpita, pelada, y cortada en bloques de medida stándard (tirando a grandes). Los pochan a temperatura media un ratito, los dejan reposar, los enfrían y, finalmente, con la llegada de la comanda, se hunden en las profundidades del aceite cabreado.
SALSA 🌶🔥
Estas son para los amantes de las salsas, ideales para esos que me comentáis que me echan más salsa a mí que a vosotros. Aquí vais a flipar, pero de verdad. Nunca he visto tantos 'toppings en unas bravas. Así que mejor vayamos por partes:
La primera que inunda la montaña es una salsa brava muuuy roja, a base de tomate, picantita, dulzona y de una textura muy homogénea.
La segunda es la que encuentro más interesante y curiosa, porque mezcla dos de mis ingredientes prefes: allioli y chipotle. El resultado es sabroso e impactante.
El show continúa con: espolvoreada de pimentón, pimienta recién molida y cebollino.
Le añaden un chaparrón de un aceite en el que han infusionado previamente pimentones.
Se decora con unas gotitas de una emulsión de ajo y perejil.
Añaden un chorrito de aceite de oliva.
Y se finaliza con una ramita de romero.
RESEÑA 🍻🍴
La nueva gestión de este inmenso local empieza fuerte. Cubren un amplio espectro horario y han llegado para recuperar la cocina sin chorradas. Platos contundentes, como estas bravas, que no van a dejar indiferente a nadie (si has visto algo parecido por ahí, por favor, pásame un privado) o esa tortilla babosa que no puedes dejar de pedir, hazme caso, anda.
Me chivan que, cuando anden más rodados, van a atacar al actualmente desamparado mundo de los desayunos de chuchillo y tenedor en la ciudad. Me van a tener esperando en la puerta armado con los cubiertos.
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