PATATAS 🍟🥔
Desde el año de la catapún llevan cociendo patatas de la variedad Agria, para luego cortarlas en rajas al estilo panadera. Las dejan reposar con la misma tranquilidad de antaño y, cuando llegan los clientes hambrientos, se zambullen en acéite tórrido para crear la ansiada costra crujiente.
SALSA 🌶🔥
Tras disponer las lascas sobre la típica bandeja, se untan cual 'coca de forner' con una ajonesa potente, de forma que no quede ni una sin salsa.
Para darle mambo a las papilas, se espolvorea una buena dosis de cayena molida.
Sencillo combo, pero resultón desde hace 51 temporadas.
RESEÑA 🍻🍴
Has pasado trescientos millones de veces por delante y, su cartel, digamos, de un gusto ehmm... peculiar, no te ha invitado nada, pero nada, a entrar. Además, la zona ya no es lo que era... una ruta de farra brutal que abrazaba todo el área entre Correos, calle Avinyó, Mercè y Pl. Sant Jaume. Ahora solo aguantan bastiones como La Plata, y este templo venido a menos por las modas impuestas por el turismo cutre. Los callos, los caracoles o las sardinas en escabeche no pueden competir con los omnipresentes brunch de los locales aledaños. Cosas de la globalización...
Hago desde aquí un llamamiento a los más jovenes para que probéis sus bravas, sus bombas o la empanada artesana.
El padre de Óscar abrió este local hace demasiados lustros y con demasiada ilusión como para dejar que se pierda ahora...
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!