PATATAS 🍟🥔
Esta forma tan tradicional de cortar la patata de la variedad Agria parece fácil, pero apuesto lo que quieras a que no les sale así en el bar de al lado de tu casa. Tienes que venirte hasta aquí para probarla. Dos tiempos de fritura pero, sobre todo, paciencia y amor.
SALSA 🌶🔥
Aquí es donde se marca la diferencia: mayonesa. Sí, mayonesa. No lleva absolutamente nada de ajo. Suave, fluida, pero que muuuy fluida y que sirve para rebajar un poquito la sabrosura de la marronosa que la acompaña.
Esta anaranjada maravilla es su alto secreto. Y como no han soltado prenda, me tengo que aventurar. Juraría que es la primigenia fórmula de salsa brava madrileña, es decir, la que se basa en una mezcla de aceite, caldo de ave pimentón, guindilla y algo de harina para espesar. Añadiría que, seguramente, lleva ajo y/o cebolla para darle más sabor. Y he citado un posible origen madrileño pero, entonces… ¿cómo llegaron estas salsas al Baix Llobregat? Un antiguo portero de fútbol abrió un bar en El Prat llamado ‘Las patatas bravas’. Y se trajo su receta desde Zaragoza. Las salsas de La Castellana son un homenaje a ese histórico local, cerrado hace décadas. O sea que, posiblemente, tengamos una ruta salsera Madrid-Zaragoza-El Prat.
RESEÑA 🍻🍴
Pues eso, 52 años en el candelero. Y Miguel desde los 13 dándolo todo en esta minúscula cocina. ¡No ha llovido..! Y claro, los tacos pesan. Por eso me dice: “uff, Edu, ¿en serio quieres publicar esto? De verdad, es que no quiero más gente. Estoy a tope siempre, macho”. Pero es que ‘La caste’ no podía faltar en esta serie. ¡A saber la de generaciones de familias de ‘potablaves’ que han pasado por aquí!
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