Un allioli casero de esos suaves pero saladitos, sabrosones, que son sencillos pero que cuestan de encontrar. Lo esparcen por las patatas con biberón o a cucharazo limpio, según se tercie. Para rematar la faena, se esparce una colorada salsa muy fluida, con un intenso sabor a pimienta, que puede recordar a un aderezo de vermut (como el que echan en sus míticas anchoas) pero más espeso. Muuuy rica combinación de ambas.

Esto ya es de CHAMPIONS: las dos salsas se elaboran gracias a la gran estrella de la casa, la brasa. Tanto el allioli, que se hace con ajos asados, como la fantástica salsa brava, a base de sobrasada a la llama. Mira la textura y los colores que adquieren en el video. ¿Ves eso? Pues saben mejor. De verdad, pásate a probarlas. Yo no me esperaba este nivel. Van a entrar en el TOP 50 de mi web, seguro.

Generosas cucharadas de un suave allioli, con un tratamiento previo del ajo para que no ofenda mucho, que se cubren con unos chorritos de una salsa granate, con toques ahumados (del chile chipotle), no muy picante, y de una textura que puede recordar al ketchup, sin ser, ni de lejos, una salsa industrial.

Esta salsa rosada, que puede recordar a la del mítico König de Girona (de hecho, tiene la misma base: mayonesa, ketchup y pimienta), me mola que utilice como comburente Gochu Jang, la salsa coreana. Eso la hace mucho más original. Son muy finos y, para que no te manches tus delicadas manitas, te traen unas pinzas metálicas para que las pilles, jejeje, menudos máquinas.

En el video tienes todo el paso a paso: sofrito con abundante cebolla, muchas especias, un buen pegote de carne picada de calidad, tomate triturado y judías. Se deja reducir unas horitas hasta que adquiere un color parduzco y ya lo tenemos listo. Te dan la opción de añadirle un pegote de mayonesa.

De ese allioli me tragaba yo dos cucharones: aceite de girasol y oliva, con suave toque a ajo y un pelín de perejil. Y casi te digo lo mismo de la salsa rosa: tirando a dulce, no muy picante, a base de un sofrito de tomate con guindilla, pimienta, aceite y... un poquiiito de avellana.