PATATAS 🍟🥔
Elaboran unas maravillosas bolitas de patata desde cero, es decir, triturando patatas cocidas, haciendo una especie de parmentier espeso (con su mantequilla, leche, especias...) y dándoles forma esférica una a una manualmente. Se rebozan con harina, huevo y panko, para entrar en una freidora rabiosamente caliente. Permanecen escasos segundos en fritura, para que la costra quede firme y ultracrujiente, pero sin que explote su interior.
No hace falta que explique que la sensación al morder una bola mágica de estas es absolutamente orgásmica, ¿verdad?
SALSA 🌶🔥
La salsa roja es una caña: sofrito con tomate natural con la rabia del tabasco y espesada con zanahoria. Es muy dulcecita y tiene una textura fantástica.
La salsa blanca es un allioli (o ajonesa) suavesito, que mitiga ligeramente el ataque de la brava, y la acompaña perfectamente en el viaje por tus pupilas.
RESEÑA 🍻🍴
Lo de estos chavales es un escándalo. ¿Existen empresarios tan jóvenes? En serio, dan hasta rabia. Son guapos, altos, simpáticos... me dan una envidia que casi es insana. Además, ya vienen con experiencia en otros restaurantes top, y me hablan de estudios de mercado con una naturalidad pasmosa. Si muchos locales hiciesen las cosas la mitad de bien, no pasarían las desgracias que veo muy a menudo.
Pero yendo al grano, ¿qué ofrecen en este espacioso lugar? Muy fácil: tapas sencillas, muy bien resueltas, y a precios de escándalo. Evidentemente, no tienen competencia. Lo van a petar segurísimo. De hecho, cuando vi la carta, con esos importes, me transporté a tiempos pretéritos.
Por cierto, tienen otras bravas, mucho más tradicionales (patatas en cubos) con las mismas salsas, para los que no se atrevan con estas.
✌🏻📸 OJO: Copa de cava gratis con las bravas si vas de mi parte. (La promoción solo es válida si publicas instastories etiquetando al local y a mí).