PATATAS 🍟🥔
Después de mil cambios de variedad (antes iba en función de la temporada: podías encontrar Agria, Ratte o, incluso, en las fechas de Castanyada, boniato), ya se ha decidido por una: la Monalisa. Creo que es un acierto.
Las cuece al vapor con piel y, tras dejarlas reposar y enfriar, se fríen en aceite calentísimo para crear esa capa crujiente tan sexy.
SALSA 🌶🔥
Tras dos horas de conversación, Mandu no me ha soltado prenda, el muy desgraciao, o sea que me voy a tener que mojar diciendo que la salsa color crema está elaborada a base de ajos confitados, sin descartar algún toque de pimienta (¿azul, quizá?). Sobre la mezcla granate, solo puedo decir que es magia, que he probado miles de salsas y no hay otra igual. La auténtica es esta, todo lo demás son vanos homenajes. Lo fácil es creer que esa potencia ahumada la obtiene del chipotle adobado, pero no lo creo… Apostaría más por pimentón y tomate seco, pero bueno, por decir algo.
La apoteosis de pinchar una patata, mojarla en las dos salsas y engullirla es solo comparable a ver la Sagrada Familia acabada en un mundo sin guerras mientras te sumerges en arrecifes de coral repletos de peces de colores y delfines que te transportan a islas paradisiacas en las que te alimentas de frutas tropicales y refrescantes cócteles estirado en arena blanca. Más o menos eso, aproximadamente.
RESEÑA 🍻🍴
Ser muy directo, y no callarse determinadas cosas, le ha valido a @gmanduley ganarse algunas enemistades en el mundillo, pero a mí me cae de lujo. Te explica cómo funciona su negocio de forma clara y meridiana. Y si no te gusta, pues ahí tienes la puerta. En una sociedad plagada de hipócritas y pelotas, falta gente así. Y si me chivase alguno de los ingredientes de la salsa roja, todavía me caería mejor…
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